Este año no es precisamente el mejor para los viajes y las aerolíneas han tenido que hacer sacrificios y ofrecer vuelos baratos para no perder turistas, a menos no tantos como cabría imaginar, porque la situación no es algo sencilla. Se está calculando que las pérdidas de todas las aerolíneas podrían superar los 9.000 millones de dólares, que es una cantidad muy alta, incluso para todas las aerolíneas del mundo, pero hay que tener en cuenta que este año es muy complicado y que los precios se están reduciendo.

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Además de reducir los precios, muchos turistas han dejado de viajar o no tanto como antes lo hacían, por lo que todos estos cúmulos hacen que las pérdidas sean tan grandes. Es una situación que se veía venir y en Malasia, reunión anual de aerolíneas, se ha confirmado estas malas previsiones que se tenían. Aún falta ver la reacción en el verano, porque puede ser una época importante para remontar el vuelo. Todavía está todo por decidir y las previsiones son muy negativas, cada vez mucho más.


Cada tres meses se dan resultados y se hacen nuevas estimaciones. Todas las estimaciones para el futuro son peores que la anterior, así que el futuro de las aerolíneas no es precisamente un futuro con cielo azul, sino con tormentas y una gran niebla. Si durante el verano no se remonta algo el vuelo, entonces las pérdidas podrían ser superiores aún a las que pueden ser ahora. En la crisis, las aerolíneas son las grandes afectadas porque el turismo sigue bajando, sobre todo a destinos largos.

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