No nos extraña que una película con protagonista homosexual como Bruno, sea prohibida en Malasia, país con unas fuertes costumbres musulmanas y donde ser homosexual es poco menos que algo maligno. Lo cierto es que Malasia se une a la larga lista de países que ha prohibido expresamente que la película Bruno, por otro lado polémica, sea estrenada en los cines, pero no es algo que deba extrañarnos, porque la homosexualidad en Asia, países musulmanes y demás, está muy mal vista, mientras que en buena parte de Europa América, se empieza a aceptar un poco mejor.

La película hace una sátira a las religiones, homosexualidad y es políticamente incorrecta, pero lo cierto es que es simplemente una película con un protagonista homosexual y eso ha sido suficiente como para que Malasia lo tome en cuenta para hacer una prohibición de esta película en los cines de todo el país, una decisión muy normal si tenemos en cuenta que no encaja con la filosofía del país, creencias y costumbres y donde la censura es siempre algo muy frecuente en estos países musulmanes.

Las leyes de Malasia actúan de este modo y sobre todo las creencias musulmanas son las causantes de estas prohibiciones, impidiendo que los malayos puedan divertirse un rato con esta película tan divertida, porque si lo miramos desde un punto de vista objetivo, es una película que hace reír y eso es algo importante hoy en día. Seguro que muchos otros países censurarán la película y muchos otros ya lo han hecho a estas altura.

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